A lo largo de mis viajes por el mundo, he tenido el privilegio de pintar una serie de acuarelas del natural que capturan la diversidad y la belleza de los lugares que he visitado. Desde los paisajes del Camino de Santiago, con sus verdes permanentes y sus campos yermos, hasta paisajes burgaleses.
La acuarela refleja la magia y la singularidad de los destinos. Cada pincelada y cada tono de color evocan los recuerdos y las emociones vividas en aquellos momentos, permitiéndome revivir la experiencia y compartirla con otros a través de mis obras de arte.
Estas acuarelas se han convertido en ventanas hacia mis viajes, invitando a otros a sumergirse en la riqueza visual y la inspiración que el mundo tiene para ofrecer.